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La verdadera democracia


por Ignacio de Villafañe


     Un debate que ya hace tiempo fue olvidado es el de los conceptos. Causa o consecuencia de esta cultura postmoderna donde el sentido no se concilia con el significado, la batalla de las palabras hoy sufre de vacío y se desploma miembro a miembro entre los pasillos del gran discurso.

     La palabra “democracia” representa casi nada. Del mismo modo en que la palabra “verdad” se desfigura cuando es usada dentro de mentiras, así, “democracia”, enflaquece y muta. “Democracia”, en fin, antes que un etimológico gobierno del pueblo es una alternativa; de un lado habrá violencia, conmoción, fuego y del otro democracia; es la opción que surge allí donde las armas ceden al desuso y no sólo las armas sino también el odio y, a raíz de este, el egoísmo.

Esto no es Hogwarts


por Ignacio de Villafañe



     Me viene a la memoria ahora una de esas bromas nuevas: la imagen del Director de la escuela de magia de J. K. Rowling, Dumbledore, explicando a sus alumnos con tono paternal "Chicos, estamos en Hogwarts. Esas cosas son para La Matanza".

     El discurso doble es ya algo del pasado. Tanto Georgetown como Harvard dijeron lo mismo, inclinándose por una concepción más bien triádica para analizar el Universo K y cambiando la duplicidad por la triplicidad y la bipolaridad por algo más complejo. La Presidente habla de un modo, vive de otro y cree en algo totalmente diferente. Nada escapa más de los límites de lo lógico-ético que las