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Campaña para todos

"Debe cuidar mucho de ser circunspecto,
para que (...) tanto viéndole, como oyéndole,
le crean enteramente lleno de buena fe,
entereza, humanidad, caridad y religión."
El Príncipe, Cap. XVIII; Nicolás Maquiavelo



     La Nación andaría mucho mejor si todos los meses fueran de campaña. Ya ni siquiera basta con desear elecciones todos los años. Ahora es necesario esperarlas en cada estación, en cada mes, en cada día de la semana. Piénselo: durante el año pasado, año 2012, las escuelas fueron tapas de diario únicamente para temas como "Paro Docente" o "AUH y su (supuesta) relación directa con el aumento de asistencia a clases". 

     Digo supuesta no por una mera intención de solamente descreer de lo que rezan la estadísticas. Desde que por decreto se instauró su aplicación, la Asignación Universal por Hijo no dejó de colocar a docentes y directores escolares en serios dilemas éticos; a saber: para que las familias de los chicos puedan recibir el SCH (Subsidio Condicional por Hijo, tal como, a efectos de la realidad, debería ser llamado) que les corresponde, la misma debe cumplir con determinadas condiciones. 
     
     La primera de esas condiciones es ser pobre, o bien estar lo suficientemente hasta el cuello con el sueldo como para no llegar ni a cuarto de mes - razón por la cual la existencia de los SCH no debería ser motivo de alegría alguna. 

     La segunda condición - y para lo que nos toca, la última - es que los pibes cumplan con un mínimo de asistencia a clases. Ese cumplimiento se corrobora con las planillas de asistencia de cada escuela. Si el chico queda libre - se ausenta más días de los que tiene permitido - la asignación no se otorga. No importa que el pibe siga siendo Hijo. Tampoco importa mucho el épico rotulo de Universal. Lo que ocurre entonces es que queda en manos de las maestras decidir si esa familia puede seguir recibiendo las dádivas del Estado o no: a la maestra le toca elegir entre registrar el ausentismo o hacer la vista gorda a sabiendas de que esos chicos que faltan no lo hacen por perezosos sino por tener que estar laburando en la basura junto con sus viejos. Y a sabiendas de que borrarlos del sistema educativo es borrarlos del sistema de asignaciones y por ende del sistema alimenticio, lo que implica la expulsión del Sistema del Mundo.

     Por eso digo supuesta - porque siempre hay que ver cómo se fabrican los números - y por eso dediqué más de tres párrafos al asunto, aún siendo que este no era central al tema. Pido disculpas. Prosigo. Estaba con las escuelas y con eso de campaña para todos. Mi intención era llegar, de un modo u otro, al hecho de que durante el año pasado no sólo no se repararon Netbooks sino que tampoco se hizo entrega de las mismas. "Conectar Igualdad" no resultó ser ajeno al stand by político del año no-electoral. No sé de cuán público conocimiento sea esto que cuento, pero cualquier alumno de colegio público lo puede corroborar. El año pasado no hubo "Conectar Igualdad" pero ahora - ¡santas casualidades! - todos en el Ministerio de Educación corren con las planillas de asignación de equipos en una carrera contrarreloj.
     Tiempo atrás también escribí sobre cómo el actual Intendente de Luján de Cuyo, en tiempos de campaña, hizo uso de los flamantes actos de entregas de computadoras para pasear y darse a conocer por la "Tierra del Malbec". Ese "popular" justicialismo y su pícara costumbre de publicitarse usando fondos públicos. 

     Pero si todos los meses fueran de campaña, los beneficios para el pueblo - léase usuario a los ojos k-justicialistas - no terminarían simplemente ahí. Si todos los meses fueran de campaña, todos los meses habría reintegros impositivos ¡Cosa curiosa esa de arrogarse la representación de los trabajadores, cobrar por ley impuesto al mero salario, y devolver por decreto - por única vez, únicamente - el aguinaldo no al tiempo en que corresponde sino - todavía mejor - a pocas horas antes de las elecciones!

     Y después uno tiene que escuchar falsas acusaciones contra pre-candidatos en relación a sesentas miles de pesos que en realidad nadie cobró. 

P.U.T.A.


     Que se diga lo que tenga que decirse. Ahora, al parecer, todo vale y todo se permite. Años de lucha contra el machismo, para que la Honorable Presidente los derribe exhortando a quienes no piensan como Ella - hombres o mujeres, ancianos o niños, humanos todos - a someterse a la dominación humillante de chuparla.

     Eso ocurrió. Lo repito, esta vez más con mayor detenimiento para que todos lo comprendan: la Presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, decidió rebatir lo denunciado por el último programa de Jorge Lanata mediante su forma favorita de relacionarse con el pueblo: por twitter. Curioso que sea el blue bird de los smartphones el medio de comunicación nacional y popular por excelencia. Pero eso es, como dicen, harina de otro costal.

     Como decía, lo que ocurrió fue que CFK publicó una seguidilla de tuits con el objeto de demostrar lo grandioso de sus políticas subsidiarias de artistas - a todo esto: lo que Jorge Lanata hizo fue documentar los millones de pesos que el Gobierno, a través del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) presidido por el Rector de la UNCuyo, Arturo Somoza, gasta en películas que nadie ve, salvo su mismo elenco y los extras - devenidos luego artistas-filokirchneristas. Entre esos tuits - y acá lo interesante - el octavo llamó particularmente la atención: "Como dijo Maradona lara, lara, lara" rezaba. El laralareo no hacía más que una obvia alusión a la democrática canción camporista. De un modo u otro que la Presidente dijo fue "que la chupen los gorilas". (Alguién debería enseñarle que no sólo las palabras son significantes.)

     No por nada a la cabeza me vienen los calificativos más comunes, ya arraigados a la enorme familia de palabras de Cristina. "Yegua". "Conchuda". "Loca". "Enferma". "Puta". Años de lucha contra la violencia de género violados por la misma persona que predica, por otro lado y sorprendentemente, acerca de lo difícil de ser mujer.

     Entiéndase - por favor: entiéndase - que con esto no se intenta insultar a nadie. La investidura presidencial queda salvada de todo insulto plasmado en esta nota, porque ninguno va a dirigido a Ella. Por supuesto, están quienes se preguntarán "¿y a quién van dirigidos?"."A nadie", es la respuesta. Al menos a nadie van dirigidos como tales (insultos). Más bien, lo que intento demostrar es la violencia que desata la violencia, y la explicités de las palabras reales. Porque "lara lara lara" puede parecer inofensivo. Pero no. Al señor que compra votos para ganar elecciones puede parecerle inofensivo. A un militante profesional puede parecerle inofensivo. Pero a una persona crítica y con conciencia social no. "Lara lara lara" es, como dicen, pasarse por el culo toda la lucha de miles de mujeres contra la dominación machista. Es un vale todo para los que gustan de tratar a CFK como una mujerzuela incapaz de hacer política por el hecho de ser hembra.

    "Que la chupen; que se arrodillen como perras los que piensan diferente y se subyuguen ante nuestra peronista virilidad". Eso es "lara lara lara".

     Tolerancia. Por sobre todas las palabras está la ausencia de tolerancia. Con toda falta de tolerancia hay una imposibilidad de Democracia. Si en algo se basan las teorías hitlerianas que pretenden explicar "este proyecto" es, entre tantas otras, en cosas como estas.

     Igualmente el décimo tuit no deja de dar qué hablar: "Junto con la nota me envió el CD de la peli. La voy a ver, después les cuento". Entonces termina resultando que ni siquiera Ella ve esas películas de nadie. Al menos no lo hace sino hasta que el Sr. Lanata se lo dice. Ella es de ver HBO, no INCAA TV. Ella es más de Game of Thrones. Es - salvo para dar el ejemplo - nacional y popular.

     ¡Mierda! Yo no pienso arrodillarme por pensar distinto.